Hola, vengo a hablarles de como Gordo cambió mi vida. Gracias a Gordo, soy feliz, tengo dinero, familia, felicidad, queso, de todo. Pero mi vida no siempre fué asi. Esta es mi historia.
Antes de conocer la iglesia universal del reino del Gordo, yo era una mala persona, muy infeliz, me juntaba con puros drogadictos, puros vagabundos, gente que se sentía muy madura, seguía al Anti-Gordo, un tipillo malvado que odia a los diputados en las asambleas, y la infantilidad. Era pobre, no tenía amigos, mi familia me había abandonado, me habían dicho maldito vago, bueno para nada, majadero, drogadicto. Tenía unas enfermedades muy locas, muy extrañas. Estuve a punto de suicidarme, yo no conocía la luz de Gordo, no sabía de su infinito amor, y de todo aquello que su infinita sabiduría y bondad podían arreglar. Tenía muchos problemas, económicos, sociales, familiares, de salud, de amor, yo creía en el tal miguel, que me enseñó unas costumbres muy extrañas, unos ritos muy raros que involucran pues... cosas raras. Era desdichado, buscaba la felicidad en falsos ídolos.
Pero un día, alguien me dió a conocer la iglesia universal del reino de Gordo. Conocí los ritos, las alabanzas, aprendí a adorar a Gordo, a su infinita.... infinitez. Aprendí de la sabiduría de Gordo, del amor que Gordo me ofrece, aprendí que todo en esta vida es Gordo. La luz de Gordo me ha llenado, ahora soy feliz. Tengo esposa e hijos, tengo una computadora, tengo comida, agua, queso! Tengo casa propia, carro, mi familia me quiere de nuevo, tengo un negocio, ya tengo 5 sucursales abiertas. Todo gracias a Gordo y su divina presencia. Aprendí que el verdadero amor está en Gordo, Gordo es luz, es vida, es eternidad, es pelo, es una bola, es hueva, y sobre todo, es infantilidad y diputados ignorando al orador en las asambleas. Gordo ha cambiado mi vida, y se que puede cambiar la tuya. Se abierto, el Gordo te ama (o bueno, lo haría si no le dira weba), Gordo quiere que conozcas la verdad, la luz, la sabiduría, que seas feliz. Ven a la iglesia de Gordo, y verás que serás feliz.
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1 comentario:
Jajaja ¡Vamos María! ¿Enserio soy el antigordo? es demasiado, no lo merezco, deberías darme una oportunidad o al menos decirle a Gordo que me la dé.
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